Para empezar, es importante destacar que como diseño vespertino no ha salido ninguna generación, por lo tanto, nuestra experiencia es corta y casi nula.
A lo largo de estas semanas, hemos estado al margen, atentos de cómo la escuela ha ido evolucionando en cuanto a su organización. Debido al poco tiempo que disponemos (ya sea por trabajo, estudio o familia), se nos hace difícil crear instancias de diálogo y más aún tomar decisiones, pero al estallido de esta crisis no estamos sordos, ni menos mudos, vemos la realidad desde las propias tinieblas; EDUTEM nos ha apartado de nuestra propia universidad, pero esto ya se acaba y esperamos atentos el 31 de junio, donde se traspasará de esta sociedad anónima cerrada, toda nuestra información administrativa a manos de UTEM.
Como estudiantes vespertinos, no contamos con centro de alumnos y por el momento, seguiremos organizándonos con delegados y voceros. Estamos concientes que nuestro actuar es tardío, pero más vale tarde que nunca; y es por esto, que decidimos hacernos actores y no testigos del futuro que se está construyendo; queremos hacer escuela, dejar de ser un curso aparte, fantasmas casi invisibles atrapados por la noche, queremos iluminar la oscuridad, acabar con las temporalidades que nos separan, unir nuestras esperanzas y luchar juntos por una nueva escuela, por una nueva universidad.
A lo largo de estas semanas, hemos estado al margen, atentos de cómo la escuela ha ido evolucionando en cuanto a su organización. Debido al poco tiempo que disponemos (ya sea por trabajo, estudio o familia), se nos hace difícil crear instancias de diálogo y más aún tomar decisiones, pero al estallido de esta crisis no estamos sordos, ni menos mudos, vemos la realidad desde las propias tinieblas; EDUTEM nos ha apartado de nuestra propia universidad, pero esto ya se acaba y esperamos atentos el 31 de junio, donde se traspasará de esta sociedad anónima cerrada, toda nuestra información administrativa a manos de UTEM.
Como estudiantes vespertinos, no contamos con centro de alumnos y por el momento, seguiremos organizándonos con delegados y voceros. Estamos concientes que nuestro actuar es tardío, pero más vale tarde que nunca; y es por esto, que decidimos hacernos actores y no testigos del futuro que se está construyendo; queremos hacer escuela, dejar de ser un curso aparte, fantasmas casi invisibles atrapados por la noche, queremos iluminar la oscuridad, acabar con las temporalidades que nos separan, unir nuestras esperanzas y luchar juntos por una nueva escuela, por una nueva universidad.
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